
Durante el presente ciclo escolar, las autoridades educativas de Coahuila han recibido 68 quejas relacionadas con bullying, lo que refleja una problemática persistente en las escuelas de la región. En Durango, la situación es igualmente preocupante, ya que se detectan entre 2 y 3 casos de acoso escolar por semana, lo que pone de manifiesto la urgencia de implementar medidas más eficaces para prevenir y erradicar esta conducta. El bullying, que se manifiesta principalmente a través de la agresión, intimidación y humillación, sigue siendo una preocupación constante para los sistemas educativos de ambos estados.
La consecuencia más directa de esta alarmante cifra es el impacto negativo que el acoso escolar tiene en los estudiantes afectados. Además de causarles ansiedad y depresión, el bullying puede generar problemas de autoestima y concentración, lo que a su vez repercute en su rendimiento académico y su bienestar emocional. Las víctimas de bullying corren el riesgo de ver comprometida su trayectoria educativa y su desarrollo social, lo que hace aún más urgente la intervención de las autoridades.
Como respuesta a esta situación, las autoridades educativas han implementado diversas estrategias para combatir el bullying en las escuelas. Entre ellas se incluyen programas de prevención, protocolos de intervención y campañas de concientización dirigidas a estudiantes, docentes y padres de familia, con el objetivo de crear un entorno escolar seguro, inclusivo y respetuoso. Estas acciones buscan, presumiblemente, reducir la incidencia de acoso y garantizar un ambiente de aprendizaje libre de violencia y discriminación.