
El Banco de México (Banxico) ha decidido reducir su tasa de interés interbancaria a un día en 50 puntos base, ubicándola en un nuevo nivel del 8.50%. La resolución, aprobada por unanimidad por la Junta de Gobierno, entrará en vigor al día siguiente de su anuncio. Este ajuste se produce en un contexto en el que la inflación general anual mostró un leve repunte en abril, alcanzando el 3.93%, lo que aún la mantiene por encima del objetivo oficial del 3%.
Política monetaria más flexible
Este movimiento representa el tercer recorte consecutivo en lo que va del año, lo que indica una postura más acomodaticia por parte del banco central. Según versiones preliminares, la decisión busca equilibrar el control de la inflación con el impulso necesario para reactivar la economía. Aunque persisten presiones inflacionarias, el comportamiento moderado de ciertos componentes y las proyecciones económicas han abierto espacio para este ajuste sin comprometer la estabilidad macroeconómica.
Posibles efectos sobre el crédito y el tipo de cambio
Una consecuencia directa de esta reducción podría ser una bajada en el costo del crédito, beneficiando tanto a consumidores como a empresas e incentivando el consumo y la inversión. No obstante, esta medida también podría generar cierta volatilidad en el tipo de cambio, especialmente si los inversionistas perciben un mayor riesgo ante un entorno global incierto. Los analistas estarán atentos a las próximas decisiones de Banxico, que dependerán de la evolución de los indicadores económicos y la trayectoria inflacionaria en los próximos meses.