La Comisión Ejecutiva de Atención y Reparación a Víctimas del Estado de Morelos (CEARV) se encuentra sobrepasada por la ola de violencia que azota al estado, según reconoció su titular, Penélope Picazo Hernández.
Picazo señaló que, actualmente, la CEARV atiende a 800 víctimas, pero se estima que el número total de personas afectadas por la violencia en Morelos supera las 7 mil. Esto significa que más del 85% de las víctimas no están recibiendo la atención y el apoyo que les corresponde por ley.
VIDEO:
La CEARV ha sido sobrepasada por la ola de violencia que se vive en Morelos
Penélope Picazo, titular del organismo, señaló que están por llegar a los 7 mil casos, y actualmente sólo se le da atención a 800 víctimas
📹 Enrique Domínguez | El Sol de Cuernavaca pic.twitter.com/tIEtZac0eo
— El Sol de Cuernavaca (@SolDeCuernavaca) July 11, 2024
La titular de la CEARV atribuye el rebasamiento a diversos factores, entre ellos:
-El aumento de la violencia en el estado: Morelos es uno de los estados con mayor índice de homicidios dolosos en México.
-La falta de recursos humanos y financieros: La CEARV no cuenta con el personal ni el presupuesto suficientes para atender a todas las víctimas.
-Los trámites burocráticos: El proceso para acceder a los servicios de la CEARV es complejo y lento, lo que desalienta a muchas víctimas de solicitar ayuda.
La falta de atención a las víctimas de violencia tiene graves consecuencias, tanto para las personas afectadas como para la sociedad en su conjunto. Entre estas consecuencias se encuentran:
-Rev victimización: Las víctimas que no reciben la atención adecuada pueden volver a ser victimizadas, tanto por los perpetradores de la violencia como por el propio sistema.
-Falta de acceso a la justicia: Las víctimas que no son atendidas por la CEARV tienen menos posibilidades de acceder a la justicia y obtener reparación por el daño sufrido.
-Incremento de la impunidad: La falta de atención a las víctimas puede contribuir a la impunidad de los delitos, ya que las víctimas no tienen la capacidad de perseguir a sus agresores por su cuenta.