
Dormir bien es crucial para mantener nuestra salud física y mental. Una de las primeras cosas que puedes hacer es establecer una rutina. Ir a la cama y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, regula tu reloj biológico y mejora la calidad del sueño. Además, evitar el uso de pantallas electrónicas al menos una hora antes de dormir es clave, ya que la luz azul que emiten afecta la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño.
Otro consejo es crear un ambiente propicio para descansar. Mantén tu habitación oscura, fresca y libre de ruidos molestos. Usar cortinas opacas o una máquina de sonido blanco puede ayudar a bloquear distracciones. Si sufres de insomnio ocasional, considera tomar una infusión relajante, como la manzanilla o la valeriana, que ayudan a calmar el sistema nervioso.
Por último, la actividad física regular también mejora la calidad del sueño. Sin embargo, es importante evitar ejercitarse en las horas cercanas a la noche, ya que el ejercicio intenso puede aumentar la adrenalina y dificultar el descanso.