
Circular por las calles implica una gran responsabilidad. Para reducir riesgos y prevenir accidentes, es fundamental que cada conductor mantenga su automóvil en condiciones óptimas. Una revisión periódica puede detectar fallas mecánicas que, de no atenderse a tiempo, podrían comprometer tanto la seguridad del conductor como la de terceros.
Prevención antes que corrección
Según recomendaciones de especialistas en seguridad vial, elementos como frenos, llantas, luces y niveles de aceite deben revisarse constantemente. Aunque muchas veces estas inspecciones se postergan, descuidarlas puede derivar en situaciones de alto riesgo en carretera o ciudad. Aparentemente, una de las causas comunes de siniestros vehiculares es la falta de mantenimiento preventivo.
Impacto directo en la seguridad vial
Mantener el vehículo en condiciones adecuadas no solo protege la vida del conductor y sus pasajeros, sino que también contribuye a una movilidad más ordenada y segura para todos. Por ello, realizar chequeos mecánicos periódicos no debe verse como un gasto, sino como una inversión en seguridad. Las autoridades de tránsito recomiendan calendarizar revisiones técnicas al menos una vez cada seis meses, especialmente en zonas de alto flujo vehicular.