La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ha defendido públicamente la continuidad del convenio para la contratación de médicos cubanos en hospitales públicos. Este acuerdo, impulsado durante la administración actual, ha generado cuestionamientos por parte de diversos sectores, que critican la aparente preferencia por personal extranjero en lugar de fortalecer la plantilla médica nacional. Según versiones preliminares, parte de la remuneración por estos servicios es administrada directamente por el gobierno cubano.
Críticas al modelo de cooperación médica con Cuba
Los detractores del programa han señalado que la estrategia podría implicar beneficios económicos para el régimen cubano, mientras que especialistas mexicanos presuntamente enfrentan barreras de acceso a plazas públicas. Organizaciones civiles y actores políticos han expresado su preocupación por el impacto de este modelo en el desarrollo del talento médico local, así como por las condiciones laborales de los profesionales cubanos asignados en México.
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Posibles implicaciones para la política de salud nacional
Una consecuencia directa de este enfoque podría ser una creciente presión para revisar los criterios de contratación en el sector salud. La polémica también podría afectar las relaciones diplomáticas de México con otros actores regionales, especialmente si se profundiza el debate sobre derechos laborales y cooperación internacional. En este contexto, se anticipa una mayor vigilancia social sobre las decisiones del próximo gobierno en materia de recursos humanos en salud.