HOLA

La crianza basada en gritos y castigos puede tener consecuencias negativas en la autoestima y el desarrollo emocional de los niños. Según psicólogos infantiles, este enfoque genera miedo, desconexión y resentimiento, en lugar de respeto o aprendizaje real. Aunque a veces gritar parece la única salida, existen alternativas más efectivas y respetuosas.

Las estrategias de disciplina positiva se centran en la empatía, la comunicación y el establecimiento de límites claros sin violencia. Validar emociones, ofrecer opciones y mantener la calma en momentos de crisis son algunas herramientas clave para una educación más saludable. Este enfoque fortalece el vínculo entre padres e hijos y promueve una convivencia más armónica.

Adoptar este tipo de crianza no es fácil ni inmediato, pero puede transformar profundamente la dinámica familiar. Además de fomentar el respeto mutuo, prepara a los niños para ser adultos emocionalmente equilibrados y seguros de sí mismos.

Publicado por: Editor Minuto30

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