El ascenso y caída de La Barbie: De sicario a jefe de narcotráfico

Édgar Valdez Villarreal, conocido como «La Barbie«, ascendió rápidamente dentro del cártel de Sinaloa gracias a su habilidad como negociador y jefe de sicarios. Reclutó a militares, policías y agentes federales entre sus colaboradores para eliminar a enemigos del cártel y proteger a sus líderes. Su violento historial incluye el secuestro y ejecución de miembros rivales, como la venganza por el plagio y asesinato de su hermano Armando Valdez.

Este individuo, originario de Laredo, Texas, se unió temprano al cártel, destacando como «brazo ejecutor» de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera.

Se le atribuye el secuestro y asesinato de sicarios de Los Zetas, evidenciando su poder corruptor al reclutar a agentes de la Agencia Federal de Investigación. El informe interno de la SEIDO revela su eficacia para ejecutar y corromper, siendo clave en los enfrentamientos contra grupos rivales en diversas regiones del país.

Era muy joven, pero su «habilidad» como negociador y para eliminar a los enemigos del cártel de Sinaloa, convirtió a Édgar Valdez Villarreal, «La Barbie».

Su eficacia como ejecutor, «así como negociador» para corromper y comprar integrantes de diversas corporaciones policiacas,… pic.twitter.com/h3UfNNDFvd

— El Diario Del Narco (@Diariodenarco) April 8, 2024

Además de liderar grupos de asesinos como Los Chachos, se le vincula con ejecuciones importantes, como la de Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa.

Después de enfrentamientos internos en el cártel de Sinaloa y la ruptura con «El Chapo», se alió con los Beltrán Leyva y buscó establecer su propio cártel. Su arresto en 2010, tras un operativo de inteligencia, puso fin a su reinado de violencia y narcotráfico.