El cadáver de Paola Figueroa, una joven de 17 años que había sido arrastrada por la corriente del arroyo El Garabato en Zapopan, fue encontrado flotando en el arroyo El Seco. El trágico hallazgo se produjo en la zona de La Gigantera, en Tlaquepaque, específicamente a la altura del camino al Tajo.
Paola fue reportada como desaparecida después de que su camioneta fuera arrastrada por la fuerte corriente en la zona de Santa Ana Tepetitlán. Pese a los intensos esfuerzos de búsqueda por parte de las autoridades y voluntarios, la joven no pudo ser localizada con vida. Finalmente, su cuerpo fue avistado en el arroyo El Seco, un desenlace que ha conmocionado a la comunidad.
Este incidente ha puesto de relieve los peligros asociados a las corrientes de agua en temporada de lluvias y la necesidad de extremar las precauciones al conducir cerca de arroyos y ríos. Las autoridades locales han reiterado la importancia de mantenerse alejados de las zonas de riesgo y seguir las recomendaciones de seguridad emitidas durante condiciones climáticas adversas.
La familia de Paola, devastada por la pérdida, ha recibido el apoyo de amigos y vecinos, quienes han expresado su solidaridad en estos momentos de dolor. Asimismo, las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencia y llamados a la acción para mejorar las medidas de seguridad en áreas propensas a inundaciones.
La trágica muerte de Paola Figueroa es un recordatorio de los peligros naturales y de la importancia de la prevención. Las autoridades continúan trabajando para mejorar las infraestructuras y minimizar riesgos en el futuro, buscando evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.