Un conductor de la plataforma Uber fue presuntamente hostigado por un grupo de transportistas informales en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún, en el estado de Quintana Roo. Según versiones preliminares, el incidente se desarrolló cuando dos individuos se colocaron frente al vehículo del operador, impidiéndole avanzar mientras realizaban llamadas telefónicas, lo que generó tensión tanto para el conductor como para los pasajeros.
El suceso, que aparentemente refleja una creciente fricción entre operadores de plataformas digitales y transportistas tradicionales en zonas turísticas de alta demanda, evidencia un entorno de operación cada vez más complejo para quienes prestan servicios mediante aplicaciones. Este tipo de actos, aunque aislados, podrían desincentivar la operación de plataformas formales y afectar la percepción de seguridad y libre competencia en la región.
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Como consecuencia directa, se anticipa una posible revisión por parte de las autoridades locales respecto a los protocolos de convivencia entre diferentes actores del transporte en el aeropuerto. Asimismo, este tipo de hechos podría generar presión sobre las instancias regulatorias para reforzar la vigilancia, garantizar condiciones equitativas y salvaguardar tanto la integridad de los operadores como la experiencia de los usuarios en uno de los principales destinos turísticos del país.