Un rugido metálico irrumpe en la quietud de la frontera entre Estados Unidos y México. No es un rugido cualquiera, es el bramido de una leyenda, de una máquina de vapor que ha desafiado el tiempo y la distancia: ‘La Emperatriz Canadiense’ ha llegado a territorio mexicano.
Esta locomotora de 1930, también conocida como Empress 2816, no es solo una máquina, es un símbolo de la historia ferroviaria de Norteamérica. Construida por la Canadian Pacific Railway Company (CP), ha recorrido miles de kilómetros, atravesando paisajes cambiantes y presenciando el paso de las décadas. Hoy, en su primer aniversario, se embarca en un viaje épico: unir a Canadá, Estados Unidos y México en un solo trayecto, un último homenaje a su gloriosa trayectoria.
La iniciativa de la compañía ferroviaria CPKC ha despertado la emoción de los amantes de los trenes y el público en general. A lo largo de más de 5,000 kilómetros, ‘La Emperatriz Canadiense’ dejará su huella en ciudades como Vancouver, Seattle, San Antonio, Monterrey y finalmente, Ciudad de México. En cada parada, será recibida con admiración y nostalgia, un recordatorio de una época en la que el ferrocarril era el rey de la transportación.
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Así entró ‘La Emperatriz Canadiense’ a territorio mexicano.
Esta antigua locomotora de vapor canadiense de 1930 celebra su primer aniversario, la compañía ferroviaria CPKC decidió inaugurar un viaje histórico, que conectará a los 3 países de Norteamérica: Canadá, Estados Unidos… pic.twitter.com/cTk9SO6ibC— Diario de Morelos (@DiariodeMorelos) June 1, 2024
Más que un simple viaje, este recorrido es un tributo a la historia, la tecnología y la ingeniería. Es una oportunidad para que las nuevas generaciones conozcan una reliquia del pasado y se conecten con la esencia del ferrocarril.
‘La Emperatriz Canadiense’ no solo ha cruzado una frontera física, ha traspasado las barreras del tiempo y ha unido a tres naciones en un viaje memorable. Su presencia en México es un regalo para los amantes de la historia y un recordatorio de que la pasión por los trenes no conoce fronteras.
Este viaje histórico es un acontecimiento único e irrepetible. No te pierdas la oportunidad de presenciar el paso de esta leyenda, de sentir el rugido de su motor y de ser parte de un momento que quedará grabado en la memoria de Norteamérica.