Foto: Édgar H. Clemente

En el oscuro panorama de la migración en México, el 30 de diciembre quedó marcado por un suceso alarmante. Seis hondureños y 26 venezolanos fueron víctimas de un secuestro masivo en Tamaulipas.

 

Hoy 11 de Enero conocemos el primer relato público de dicho suceso. Entre ellos se encuentra Noel Castillo, quien comparte por primera vez los días angustiantes que vivieron durante su cautiverio. Este relato arroja luz sobre los peligros que enfrentan los migrantes que atraviesan México en busca de un futuro en Estados Unidos.

Noel Castillo, un migrante hondureño, describe cómo la tranquilidad de su viaje se vio abruptamente interrumpida. En una carretera al norte del país, hombres armados, enmascarados y vestidos con ropa militar rodearon el autobús en el que viajaba con su familia. El caos se desató con ráfagas de disparos, sumiendo a los pasajeros en un estado de incredulidad. «No creíamos lo que estaba sucediendo porque hubo disparos, hubo muchos disparos», narró Castillo

Extorsión en los Retenes

El relato de Castillo revela que el viaje no estuvo exento de extorsiones. En dos retenes oficiales, funcionarios exigieron pagos de 500 pesos o 30 dólares por persona. Estas prácticas, según el migrante, son una triste realidad que enfrentan los que buscan un camino hacia el norte.

Cautivos en Condiciones Inhumanas

Tras el secuestro, Castillo, junto con su sobrina y otros migrantes, fue llevado a un rancho abarrotado de personas en condiciones infrahumanas. La falta de alimentos y agua, la presencia de ratas y cucarachas, y la pérdida de pertenencias básicas crearon un ambiente aterrador. El testimonio pone de manifiesto la vulnerabilidad extrema de aquellos que buscan escapar de la violencia en sus países de origen.

Angustia y Negociaciones

La familia Castillo vivió días de angustia al recibir demandas de rescate por parte de los secuestradores. La incertidumbre sobre el paradero de la hija menor de Dilcia, sumada a las amenazas, hizo que la experiencia fuera aún más desgarradora. Para obtener la liberación, vendieron propiedades y reunieron fondos para pagar aproximadamente 7 mil dólares, enviados a cuentas bancarias en Perú según las indicaciones de los captores.
«Uno se imagina lo peor: ¿Qué le estará pasando? ¿Qué habrán hecho con ella?», recuerda. La experiencia fue «aterradora» Noel Castillo, migrante hondureño

El Final del Calvario

El 3 de enero, los secuestradores abandonaron a los 32 migrantes en un centro comercial cerca de la frontera. Las autoridades mexicanas llegaron tras una llamada anónima al 911, liberando al grupo. Aunque el caso se considera «atípico» por la magnitud del secuestro, las autoridades admiten que los secuestros de migrantes son lamentablemente comunes en la región.

El testimonio de Noel Castillo arroja luz sobre la vulnerabilidad de los migrantes en su travesía por México. Este incidente destaca la urgente necesidad de abordar la seguridad en las rutas migratorias y garantizar la protección de quienes buscan un futuro mejor. La sociedad y las autoridades deben unirse para enfrentar este desafío humanitario y brindar seguridad a aquellos que huyen en busca de esperanza.

Publicado por: Editor Minuto30

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