Circulan varias creencias populares sobre cĂłmo evitar un resultado positivo en una prueba de alcoholimetrĂa. Entre las más mencionadas están comer mazapán, masticar chicle o papel, beber agua en exceso o hacer ejercicio para sudar el alcohol. Sin embargo, segĂşn versiones preliminares de las autoridades de tránsito, ninguna de estas prácticas modifica el nivel de alcohol que detecta el dispositivo.
Estas creencias, aparentemente inofensivas, generan una falsa sensación de control entre los conductores. Esto puede aumentar el riesgo de accidentes, ya que algunas personas deciden manejar bajo los efectos del alcohol creyendo que «engañaron» a la prueba. Las pruebas están diseñadas para detectar el alcohol en el aliento, no en función de otros factores externos.
Como consecuencia, las autoridades insisten en un mensaje claro: si alguien consume bebidas alcohólicas, lo más responsable es no conducir. La conciencia individual y el respeto por las normas viales siguen siendo claves para evitar incidentes relacionados con el alcohol.