
Los estados de Jalisco, Baja California y Baja California Sur registraron una de las participaciones más bajas del país, con cifras por debajo del 8% en la reciente jornada judicial. En contraste, Coahuila y algunas entidades con elecciones intermedias superaron el 18%. Esta diferencia resalta una marcada desconexión regional con el proceso impulsado a nivel federal.
El abstencionismo como posible señal de desacuerdo
Diversos analistas interpretan estos resultados como un posible rechazo ciudadano al proceso de reforma judicial promovido desde el oficialismo. La baja participación, según versiones preliminares, reflejaría un nivel significativo de desconfianza hacia las propuestas asociadas a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum. El comportamiento electoral en el occidente sugiere que buena parte del electorado optó por no avalar el mecanismo propuesto.
Riesgos para la legitimidad y la cohesión institucional
Una consecuencia inmediata de esta abstención es el cuestionamiento sobre la legitimidad del proceso judicial. La falta de participación complica la construcción de un consenso amplio en torno a las reformas. También plantea dudas sobre la eficacia de los actuales instrumentos de consulta pública, especialmente cuando no logran conectar con la ciudadanía en regiones clave del país.