
El amasado de los gatos es una de sus conductas más tiernas y enigmáticas. Este comportamiento, que consiste en mover sus patas delanteras de forma rítmica sobre una superficie, se observa desde que son gatitos y lo continúan haciendo en su edad adulta. A menudo, los gatos amasan sobre mantas, cojines o incluso sobre sus dueños, y la razón detrás de esta acción está relacionada con su instinto natural.
Cuando los gatos eran pequeños, amasaban sobre la barriga de su madre mientras mamaban. Este movimiento les ayudaba a estimular el flujo de leche. En la adultez, el amasado se convierte en una forma de auto-calmante, que les proporciona seguridad y confort, similar a un niño que se arrulla o se acaricia a sí mismo. Además, se cree que este comportamiento tiene un componente territorial, ya que las glándulas ubicadas en las patas de los gatos secretan una sustancia que marca su territorio.
Aunque no todos los gatos muestran esta conducta, aquellos que lo hacen parecen disfrutar de un sentido de bienestar asociado con el amasado. Si tu gato te amasa, es una señal de que confía en ti y se siente cómodo en su entorno. Este comportamiento, aunque aparentemente simple, refleja la conexión profunda entre los gatos y sus instintos más primitivos.