
El cansancio mental no siempre se cura con dormir. A veces, estamos agotadas emocionalmente, pero las obligaciones no nos dejan frenar. En esos casos, lo importante es aprender a recargarte en movimiento.
Incorporar pausas activas, respirar profundo o cambiar de actividad por unos minutos puede ayudarte a liberar tensión. No todo tiene que hacerse hoy, y priorizar lo urgente sobre lo importante puede darte un respiro.
También es clave pedir ayuda, delegar o simplemente bajar tus estándares por un momento. No se trata de rendirte, sino de darte un respiro para seguir de manera más sostenible.