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Dormir mal no solo te deja con ojeras o cansancio; la privación de sueño afecta directamente tu salud física y mental. Cuando no descansás lo suficiente, tu sistema inmunológico se debilita, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, se desajusta tu metabolismo y tu capacidad de concentración disminuye drásticamente. Incluso puede alterarse el estado de ánimo y aparecer ansiedad o depresión.

El sueño es el momento en el que el cuerpo se repara, procesa información, regula hormonas y fortalece la memoria. Dormir menos de 6 o 7 horas por noche de forma continua se ha asociado con mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y deterioro cognitivo. Es como si dejaras tu cuerpo funcionando sin reiniciarlo nunca: todo se vuelve más lento y propenso a fallos.

Para mejorar la calidad del sueño, es clave mantener horarios regulares, evitar pantallas al menos una hora antes de dormir, reducir el consumo de cafeína y crear un ambiente oscuro, fresco y silencioso en tu habitación. Dormir bien no es un lujo, es una necesidad biológica.

Publicado por: Editor Minuto30

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