Men's Health Latam

Ignorar las señales del cuerpo para ir al baño puede parecer inofensivo, especialmente en medio de una rutina agitada. Sin embargo, postergar de forma habitual esta necesidad puede tener consecuencias negativas para tu salud. Cuando se trata de la vejiga, retener la orina frecuentemente puede debilitar los músculos del suelo pélvico y aumentar el riesgo de infecciones urinarias. En el caso del intestino, aguantar las ganas de defecar puede llevar al estreñimiento crónico o incluso a problemas más serios como hemorroides o impactaciones fecales.

Nuestro cuerpo está diseñado para eliminar desechos con regularidad. Al ignorar esas señales, se interrumpe un ciclo natural de limpieza y se fuerza a los órganos a trabajar bajo presión. En situaciones extremas, incluso se puede desarrollar una distensión en la vejiga o un megacolon, que son condiciones médicas que requieren atención especializada. Aunque no ocurre con un solo episodio, la repetición del hábito sí tiene efectos acumulativos.

Escuchar al cuerpo es clave para el bienestar a largo plazo. Aunque a veces las obligaciones laborales o sociales nos impidan ir al baño de inmediato, es importante evitar que esto se convierta en una costumbre. A la larga, ceder ante la urgencia natural es una forma sencilla pero poderosa de cuidar la salud del sistema urinario y digestivo.

Publicado por: Editor Minuto30

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