
El Gobierno de la Ciudad de México, en conjunto con el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5), ha puesto en marcha una estrategia para reforzar la videovigilancia en los alrededores de los planteles educativos. Esta iniciativa tiene como finalidad prevenir incidentes que comprometan la seguridad de estudiantes, docentes y personal administrativo, mediante el uso de tecnología y vigilancia activa. Con esta medida, se espera generar entornos escolares más seguros y protegidos frente a riesgos delictivos o situaciones de emergencia.
Llamado a la colaboración entre escuelas y comunidad
Además del despliegue tecnológico, el titular del C5, Juan Manuel García Harfuch, hizo un llamado a las comunidades escolares para que fortalezcan los vínculos con actores clave como familias, iglesias, empresas y organizaciones vecinales. Esta colaboración comunitaria busca consolidar una red de apoyo que complemente el monitoreo visual con acciones preventivas sostenidas. Según lo planteado, una comunicación fluida y constante entre la escuela y su entorno inmediato es vital para una estrategia de seguridad efectiva y de largo alcance.
Mayor vigilancia, mayor confianza
Una consecuencia directa de esta acción combinada podría ser una mayor percepción de seguridad entre padres de familia y comunidad educativa. La presencia visible de cámaras en zonas escolares, junto con una red de cooperación local, tiene el potencial de disuadir comportamientos delictivos y reforzar la confianza en la protección de los estudiantes. Sin embargo, la efectividad a largo plazo de esta política dependerá del seguimiento continuo y la evaluación de sus resultados, así como del compromiso sostenido entre autoridades y ciudadanía.