
México está impulsando una estrategia para fortalecer sus lazos con países del Sur Global como parte de su esfuerzo por diversificar sus relaciones internacionales y disminuir su dependencia de Estados Unidos. Este enfoque busca formar alianzas estratégicas en áreas clave como la economía, la política y la cultura, estableciendo vínculos más sólidos con naciones de América Latina, África y Asia. La administración actual parece preferir un multilateralismo pragmático, buscando contrapesos y nuevas oportunidades de cooperación más allá de su vecino del norte.
Incremento en la actividad diplomática y nuevas oportunidades
La consecuencia directa de esta política es un aumento en la actividad diplomática de México con países del Sur Global. Se prevé que haya un incremento en los intercambios comerciales, acuerdos de colaboración en sectores clave como tecnología e infraestructura, y una coordinación más estrecha en foros internacionales. Este realineamiento podría significar nuevas fuentes de inversión y la apertura de mercados adicionales para la economía mexicana, al tiempo que le otorga un mayor peso político en la arena global, donde los países en desarrollo están tomando cada vez más protagonismo.
Búsqueda de autonomía sin distanciarse de Estados Unidos
Sin embargo, esta reorientación no implica un distanciamiento de Estados Unidos, que sigue siendo el principal socio comercial y vecino estratégico de México. Más bien, se interpreta como un movimiento hacia una mayor autonomía en la política exterior, lo que permite a México navegar en un mundo multipolar con una gama más amplia de socios. El éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad de México para construir relaciones sólidas y equilibradas con las naciones del Sur Global, sin generar fricciones innecesarias con su socio norteamericano.