
Las autoridades de la Ciudad de México intervinieron una fiesta clandestina en la colonia Guerrero, donde se detectaron condiciones alarmantes que ponían en riesgo la integridad de los asistentes, principalmente menores de edad. Durante el operativo, encabezado por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, se encontraron ataúdes usados como hieleras para bebidas alcohólicas, ausencia de rutas de evacuación y extintores vencidos desde hace más de 20 años, lo que agravaba el peligro ante una posible emergencia.
Cientos de jóvenes desalojados y un detenido
Como resultado de la intervención, aproximadamente 800 jóvenes fueron desalojados, y varios de ellos requirieron atención médica por presunta intoxicación etílica. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México aseguró el inmueble y detuvo a un hombre de 51 años, señalado como el presunto responsable del lugar, quien ahora enfrenta cargos por corrupción de menores y otros delitos relacionados con la organización del evento. Las investigaciones están en curso para esclarecer los hechos y determinar la red de responsabilidades.
Refuerzan acciones contra eventos ilegales
Este hecho revela una problemática persistente: la realización de fiestas clandestinas que exponen a los jóvenes a situaciones de riesgo extremo. Frente a esto, tanto la alcaldía Cuauhtémoc como la Secretaría de Seguridad Ciudadana reiteraron su intención de intensificar los operativos de prevención y vigilancia, especialmente en zonas con antecedentes o denuncias vecinales. Según declaraciones oficiales, se espera que este caso siente un precedente que permita endurecer las sanciones contra quienes promuevan eventos de este tipo que atenten contra la seguridad pública.