
El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México ha puesto en marcha un protocolo de seguridad específico tras recibir reportes de usuarios presuntamente afectados por pinchazos dentro de sus instalaciones. Esta estrategia busca garantizar una respuesta inmediata y coordinada ante cualquier posible riesgo para la salud o integridad física de los pasajeros, con especial énfasis en la identificación y atención de posibles víctimas.
Coordinación operativa y respuesta médica inmediata
Según los lineamientos difundidos, el protocolo contempla la participación del personal operativo, de vigilancia y de seguridad del Metro, en coordinación con más de 5,800 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) desplegados en las 12 líneas del sistema. En caso de sospecha o confirmación de un incidente, se activa un procedimiento que incluye asistencia médica en el sitio, recolección de datos relevantes como la ubicación, síntomas reportados y características de la posible lesión, así como el acompañamiento a la persona afectada para brindar apoyo integral.
Confianza ciudadana y seguimiento institucional
Una consecuencia directa de esta implementación es la homologación en la atención de emergencias de este tipo, con el objetivo de ofrecer una respuesta más efectiva, rápida y segura para los usuarios. Aunque hasta el momento no se han confirmado las causas ni sustancias involucradas en los incidentes, el protocolo representa un avance para reforzar la confianza ciudadana en el transporte público y facilitar la labor de investigación y seguimiento por parte de las autoridades competentes.