
Tras las recientes elecciones judiciales en México, el partido Morena ha logrado, presuntamente, una mayoría significativa de los nuevos puestos dentro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). De acuerdo con versiones preliminares, los candidatos respaldados por el oficialismo fueron favorecidos en este proceso electoral sin precedentes, lo que podría alterar de forma considerable el balance de poder dentro del sistema judicial mexicano.
Nuevo modelo de elección genera cuestionamientos
Esta expansión del oficialismo en la SCJN surge tras la implementación de una reforma que permitió, por primera vez, la elección popular de integrantes del Poder Judicial. Aunque el objetivo declarado fue democratizar el acceso a la justicia, la consecuencia inmediata parece ser una mayor alineación ideológica entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, lo que facilitaría la aprobación de reformas y la reinterpretación de leyes conforme a la visión del partido gobernante.
Riesgos para la autonomía judicial
Expertos advierten que este nuevo escenario podría comprometer la independencia del Poder Judicial, debilitando su rol como contrapeso frente a los otros poderes del Estado. La concentración de afinidades ideológicas en los tres poderes plantea interrogantes sobre la imparcialidad en la toma de decisiones clave y la protección de los derechos fundamentales, elementos esenciales para la estabilidad jurídica y la confianza ciudadana en las instituciones democráticas.