Hacer networking no es solo para gente extrovertida. Si sos más reservada o tÃmida, podés igual construir una red valiosa, solo que a tu manera. En lugar de grandes eventos sociales, podés optar por espacios más tranquilos, como reuniones pequeñas, eventos virtuales o mensajes uno a uno bien pensados.
Prepararte con anticipación ayuda mucho: investigá sobre las personas que vas a conocer, pensá preguntas o temas en común y enfocáte en escuchar. El networking no se trata de hablar mucho, sino de generar conexión y valor mutuo. A veces, una conversación auténtica vale más que cien tarjetas repartidas.
También podés usar herramientas como LinkedIn o grupos temáticos en redes, donde tenés más control sobre tu ritmo. Lo importante es salir poco a poco de la zona de confort sin perder tu esencia. Las relaciones profesionales se cultivan con paciencia, respeto y autenticidad.