Bañarse con sal marina no es solo una práctica estética o de moda. Desde tiempos antiguos, se ha usado para aliviar dolores, relajar músculos y hasta para limpiar energéticamente el cuerpo. Su alto contenido de minerales ofrece beneficios físicos y emocionales.
Agregar un puñado de sal marina al agua caliente ayuda a desinflamar y liberar toxinas. También es ideal para después de un día estresante, ya que reduce la tensión acumulada. Algunas personas incluso lo combinan con esencias como lavanda para potenciar el efecto.
Más allá de lo físico, hay quienes creen que la sal elimina la energía negativa. Independiente de tus creencias, este ritual puede ser un momento de autocuidado profundo y conexión contigo misma.