
Para los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cumplimiento de las semanas cotizadas se ha vuelto un factor determinante para acceder a una pensión al llegar a la edad de retiro. En México, es posible cotizar hasta 52 semanas al año si la actividad laboral es continua. Sin embargo, el número de semanas necesarias para obtener una pensión no es uniforme para todos, ya que depende del régimen legal bajo el cual se haya iniciado la vida laboral del asegurado. Esta diferencia obliga a los trabajadores a conocer su situación particular desde etapas tempranas de su carrera profesional.
El régimen de 1997 y el aumento progresivo en los requisitos
De acuerdo con la Ley del Seguro Social de 1997, los requisitos para alcanzar la pensión han cambiado considerablemente en los últimos años. Desde 2022, el mínimo de semanas cotizadas comenzó en 775, con incrementos anuales de 25 semanas, proyectando llegar a 1,000 semanas en 2031. A esto se suman las edades mínimas requeridas: 60 años para Cesantía en Edad Avanzada y 65 años para Vejez. Esta progresión exige no solo constancia laboral, sino también conocimiento actualizado de las reglas aplicables, ya que cualquier omisión o error en la verificación de cotizaciones podría derivar en consecuencias financieras al momento de solicitar la jubilación.
Una omisión puede significar la pérdida de derechos
Una de las consecuencias más relevantes de no conocer con precisión el estatus de semanas cotizadas es la posibilidad de no cumplir con los requisitos al llegar a la edad de retiro. Esto podría impedir acceder a una pensión contributiva, dejando al trabajador en una situación de vulnerabilidad económica. Aparentemente, muchos afiliados descubren inconsistencias o faltantes en sus historiales laborales demasiado tarde, cuando ya no es posible recuperar años perdidos o corregir irregularidades. Por tanto, es fundamental una verificación periódica del historial de cotización, práctica que aún no está completamente interiorizada en la cultura financiera de los trabajadores mexicanos.
Cómo consultar el historial de cotización y evitar sorpresas
El IMSS pone a disposición de sus afiliados un servicio digital para consultar la constancia de semanas cotizadas. Este trámite puede realizarse en línea mediante el portal oficial del instituto, proporcionando la CURP, el Número de Seguro Social (NSS) y un correo electrónico válido. Este ejercicio no solo permite visualizar el avance hacia el cumplimiento de los requisitos de pensión, sino que también sirve como herramienta preventiva para detectar errores en los registros, como omisiones por parte de empleadores o periodos no acreditados correctamente. Tener esta información clara permite una mejor toma de decisiones financieras y laborales a mediano y largo plazo.
Pensar en el retiro desde hoy: un imperativo profesional
La creciente complejidad del sistema de pensiones en México exige que los trabajadores adopten una mentalidad de planificación a largo plazo. No basta con esperar a los 60 o 65 años para pensar en el retiro; es necesario iniciar el seguimiento desde etapas tempranas de la vida laboral. Conocer el régimen que aplica, monitorear el progreso en semanas cotizadas y asegurarse de que las aportaciones sean registradas correctamente puede marcar la diferencia entre un retiro digno y una vejez con dificultades económicas. En este contexto, la información, la previsión y la acción oportuna se convierten en los principales aliados del trabajador mexicano.