
Según versiones preliminares, Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, ha expresado su satisfacción por la reducción del impuesto a las remesas anunciado por Estados Unidos, que habría pasado del 5% al 3.5%. Sin embargo, la futura mandataria dejó claro que su objetivo es lograr que este tipo de gravamen desaparezca por completo, en defensa de millones de familias mexicanas que dependen de estos envíos.
Un mensaje firme en favor de los migrantes
La postura de Sheinbaum refleja una preocupación constante por el bienestar de la diáspora mexicana y el papel estratégico que las remesas juegan en la economía del país. Aparentemente, esta reducción inicial sería resultado de gestiones diplomáticas emprendidas por el gobierno mexicano. No obstante, Sheinbaum ha reiterado que la meta final es la exención total, subrayando su compromiso con los derechos económicos de los migrantes y la estabilidad financiera de sus hogares en México.
Impulso a la diplomacia económica bilateral
Una consecuencia directa de este anuncio es la continuidad del diálogo entre México y Estados Unidos en materia migratoria y fiscal, con la expectativa de que la administración entrante mantenga una línea activa de negociación. La eliminación completa del impuesto a las remesas podría convertirse en uno de los ejes clave de la agenda bilateral, reforzando no solo la protección económica de los migrantes, sino también el posicionamiento estratégico de México frente a su principal socio comercial.