Por qué el ejercicio moderado es clave para un corazón saludable

El ejercicio físico, especialmente el que realizamos de manera constante y moderada, es uno de los pilares fundamentales para mantener un corazón fuerte y prevenir enfermedades cardiovasculares. Actividades como caminar, andar en bicicleta o nadar contribuyen a mejorar la circulación y reducir la presión arterial.

Además, el ejercicio ayuda a controlar el peso, disminuir el colesterol malo y aumentar el colesterol bueno, factores esenciales para cuidar el sistema cardiovascular. La actividad física también libera endorfinas, que mejoran el ánimo y reducen el estrés, elementos que influyen indirectamente en la salud del corazón.

Incorporar al menos 30 minutos de movimiento diario no solo favorece el bienestar físico, sino que puede prolongar la vida y mejorar la calidad de la misma, lo que convierte al ejercicio en una inversión accesible y efectiva para cualquier persona.