
Reciclar no siempre significa hacer un bien, especialmente si se hace de manera incorrecta. Colocar residuos sucios, materiales no reciclables o elementos mal separados en el contenedor equivocado puede contaminar lotes enteros de reciclaje, obligando a que todo ese material sea descartado.
Los sistemas de reciclaje dependen de una clasificación precisa, y un solo error puede aumentar los costos, consumir más energía o incluso liberar sustancias tóxicas en el proceso. Es vital seguir las instrucciones locales de reciclaje y enjuagar los envases antes de desecharlos.
Reciclar bien sí hace la diferencia
Informarse sobre qué va en cada contenedor, evitar el “reciclaje aspiracional” (poner algo con la esperanza de que se recicle) y reducir el uso de plásticos de un solo uso son acciones clave para que el reciclaje cumpla su función ambiental.